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El mercado navideño en Stuttgart y Schiller al medio, hecho piedra del frío.
La casa de mis padres tiene nochebuenas que adornan la escalera.
Hay cervezas Nochebuena en la esquina del librero,
sobre el cual reposa un radio. El locutor abruma,
bebe el pronóstico del tiempo como cicuta del tiempo.
Hay cuatro televisores, tres personas,
un vacío del tamaño del ladrido de un perro,
del ventanal donde la muerte asoma algunas mañanas
para decir: te quiero en la invisibilidad,
hagamos cuentas: la summa mínima de todos tus latidos,
guiñapos que desprendieron del corazón
en anteriores navidades,
donde el único regalo posible
fue la envoltura de la noche a los pies de la mañana,
sin sol,
pero con niños que pasean las bicicletas nuevas,
muñecas tentando ya a las niñas de seis años,
y la amenaza de explosión de la gasolinera de la esquina,
fue más un rumor de sobremesa
que una probabilidad a punto de erupción.
En la casa de mis padres hay cactos,
y uno puede darse un blunt en la terraza trasera.
Regresa la Nochebuena al manantial del alba,igual que cualquier otra.
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CANCIÓN DE NAVIDAD
La casa de mis padres tiene nochebuenas que adornan la escalera.
Hay cervezas Nochebuena en la esquina del librero,
sobre el cual reposa un radio. El locutor abruma,
bebe el pronóstico del tiempo como cicuta del tiempo.
Hay cuatro televisores, tres personas,
un vacío del tamaño del ladrido de un perro,
del ventanal donde la muerte asoma algunas mañanas
para decir: te quiero en la invisibilidad,
hagamos cuentas: la summa mínima de todos tus latidos,
guiñapos que desprendieron del corazón
en anteriores navidades,
donde el único regalo posible
fue la envoltura de la noche a los pies de la mañana,
sin sol,
pero con niños que pasean las bicicletas nuevas,
muñecas tentando ya a las niñas de seis años,
y la amenaza de explosión de la gasolinera de la esquina,
fue más un rumor de sobremesa
que una probabilidad a punto de erupción.
En la casa de mis padres hay cactos,
y uno puede darse un blunt en la terraza trasera.
Regresa la Nochebuena al manantial del alba,igual que cualquier otra.
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(Este poema pertenece al libro De Maitines a Vísperas, 2008)
1 comentario:
maese, sta pendiente la chelita, por estos días te busco.
saludos.
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