Una reseña de Alces, Rejkyavik (Libros Magenta-Conaculta, 2014) apareció en la revista Crítica de la Universidad Autónoma de Puebla. Su autor es Álvaro Luquín, aquí el vínculo al web de la revista:
http://revistacritica.com/contenidos-impresos/vigilia/alces-reikjavyk-de-daniel-bencomo-alvaro-luquin
jueves, mayo 28, 2015
domingo, mayo 03, 2015
Nico Bleutge. Dos poemas.
Dos poemas de Nico Bleutge (München, 1972), que aparecieron en la edición Invierno 2011 de la revista Luvina (Universidad de Guadalajara). Versiones de Daniel Bencomo.
súbito encendida
era de nieve la charla, su nieve
dura que en líneas se partía, dejaba
tras de sí las grietas del terreno, ella dijo nieve,
la voz, de súbito encendida. la imagen
colapsó, volvió
a fulgurar. las cosas, los tonos
lucían semejantes, y casi el mundo
aguijoneaba, ella me parecía teriblemente
clara, se acercó sin palabras. su piquete
calaba hasta los huesos, piquete
que arrancaba de su nuca, de su campo
de gravedad: el sentarse
mudo en el sofá, el respaldo y los surcos
en la piel. o la media-
mañana, los domingos, la luz
caía de la ventana en dirección del helecho,
la pantalla parpadeaba cuando la mano,
aún caliente, atravesó. era un soplo,
cercano, no pronunciado, la escucha
se entretejiá muy profundo. casi
parecía ser nieve, permanecía
tras sacudirse la nariz, olor a polvo.
aufgeblitzt
es war von schnee die rede,
seiner härte
schnee, der sich in spalten
frißt und risse
im gelände hinterläßt, sie
sagte schnee
die stimme, aufgeblitzt. das bild
sackte in sich zusammen,
flackerte
noch einmal auf. die dinge,
töne
schienen ähnlich, und die
welt fast
angestochen, sie war mir ungeheuer
deutlich, kam mir sprachlos nah. bis
auf die knochen reichte
dieser stich
der aus dem hinterkopf
stammte, seinem
schwerefeld: das stumme
sitzen
auf der couch, die lehne und
die rillen in der haut. oder
die nach-
mittage, sonntags, licht
fällt vom fenster richtung
farn
der bildschirm knistert,
wenn die hand,
noch warm, darüber fährt. es
war ein wehen,
nahe, ungesprochen, das
lauschen
wob sich tiefer ein. fast
schien es schnee zu sein,
der blieb
ein ziehen in der nase,
staubgeruch
*
no color
pensar en las manos, pensar
en la red
mientras la hermana, sin
haberlo pedido,
se mete al cuarto contiguo.
la calma, la extraña
respiración por los muros, el
té del domingo
que se enfría sobre la mesa,
se enturbia. así yace ella,
los ojos
abiertos, y cada palabra la
rodeaba
sin tocarla. no hablar, ir
hacia el tapete. qué es lo
que ahí muda de piel,
se vuelve estratos que se
apilan entre sí.
eso cruje a lo largo de la
médula,
se acuña una vez más en los
huesos.
días bajo las plantas,
vasos,
los escarceos en su cabello.
colocar
las luces en los muros,
fragancia de pinol.
no hablar, sólo cuando el huésped pregunta,
apenas cuando la mano, mano
ajena,
se sacudo. y no olvidar la postura
de la lengua. no los ruidos.
¿era un silbido tras la
puerta?
¿era un jadeo, vapor de
agua? nada
quiere ser resuelto, ser
silueta, lo que se mueve
todavía luce muy duro.
mudos,
inaccesibles, sus labios de
niña, se ve
la red que teje su cabello,
sus ojos exhaustos.
no toma color, el rostro.
nicht farbe
an hände denken, an das netz,
derweil die schwester, unbesprochen,
ins nebenzimmer geht. die stille, fremder
atem durch die wand, der sonntagstee,
der auf dem tisch schon auskühlt,
trübe wird. so liegt sie da, die augen
offen, und jedes wort zieht unberührt
an ihr vorbei. nicht sprechen, nicht
an die tapete gehen. was sich da häutet,
schichtet, nah sich aufeinander schiebt.
das kriecht die wirbel noch entlang,
drückt nach in den knochen.
die tage unter pflanzen, vasen,
das wellige an ihrem haar. die lichten
stellen an den wänden, der lysolgeruch.
nicht sprechen, erst wenn der besucher fragt,
erst wenn die hand, die fremde hand,
geschüttelt ist. und nicht den zungenstand
vergessen. nicht die geräusche.
war da ein zischen hinter der tür?
war da ein keuchen, wasserdampf? nichts
will sich lösen, zeichen sein, was sich bewegt
scheint doch zu verharren. stumm,
unnahbar, ihre kinderlippen, man sieht
das haarnetz, ihre müden augen.
es nimmt nicht farbe an, das gesicht
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Daniel Bencomo,
Nico Bleutge,
Poesía alemana,
traducción
jueves, enero 29, 2015
Un poema de Björn Kuhligk
AL
ANOCHECER SOBRE UNA COLINA
Ahora
comienzan los pueblos
a
encenderse, dijiste, yo
tomé
la roca, que andaba
desde
días atrás conmigo,
y
apunté al farol más próximo
y
dije, los pueblos
comienzan
a encenderse.
Björn Kuhligk
Björn Kuhligk
IN
DER DÄMMERUNG AUF EINEM HÜGEL
Jetzt
beginnen die Dörfer
zu
leuchten, sagtest du, ich
nahm
den Kiesel, den ich
seit
Tagen bei mir trug
und
zielte auf die nächste Laterne
und
sagte, die Dörfer
beginnen
zu leuchten
Tomado de Kuhligk, Björn: Großes Kino, Berlin Verlag, 2005
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Poesía alemana,
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lunes, julio 28, 2014
Dos poemas en video para La Cigarra.
Leí estos dos poemas en una sesión que armó la banda de la revista La Cigarra. "Jorge Meneses en terapia rehab, sostiene:" y "Kilojoule". El primero apareció en el número 6 de La Cigarra, el segundo es bonus track y aparece en la antología "El mezcladito" (Ed. Tenemos las máquinas!, Buenos Aires, 2013).
* * * * *
Jorge Meneses, en terapia rehab, sostiene:
Una
fisura de una silueta
barrida
en esta imagen sin enfoque.
La
máquina no obtura
en
alta definición.
Un
coyote en el desierto la vigila.
El
diesel lo convierte en pura música.
El
ruido que llega
por
error
de
las galaxias.
Se
trata de un motor en fuego
en
la estepa de cromo soñada por niños índigo.
Como
una marabunta que atraviesa
la
zona de cactáceas
cuando
uno acampa en el pliegue
de
un tajo de cielo.
Eso
tarareaba
la
cabeza de Mairena
en
el congelador de la poética.
Así
me dio ritmo
la
cabeza de Mairena
usada
en el djembé
por
una chica vudú.
Así
como vibraba
el
hachazo de las cosas
veloz
por el neocórtex de Machado.
Cuando
una máquina de cantar se desbiela
un
sioux se incinera en alguna reserva.
* * * * * *
kJ
Míranos aquí, hechos de accidentes y
etiquetas calóricas.
Las garras lucen bien esmeriladas.
Lamer los odios cortos,
hechos píxel, en la savia clorhídrica
de las noticias del tiempo.
El mundo, palabra tan epóxica, se
hace fragmento en lo porno del agua.
No amamos esta contingencia: clientes
premier de lo que dura,
buscamos la prolongación, los gruesos
kilojoules de lo eterno.
Cómo el émbolo recorre,
infinitesimal, el horizonte de la vena.
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