miércoles, diciembre 15, 2010

Un poema en Metrópolis 26

Chequen además la revista on-line, ya llegó a su número 30. Buen diseño y muy buena selección de poemas. El link: http://www.revista-metropolis.com/

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ffffffffff

EFERVESENCIA

ffffffffff

¿Qué tanto puede un grito?

Un claxon lento, encabalgado, se asoma en longitud a la mañana. En grupas

de tal fresco un cuerpo,

colmo de otro cuerpo, gruta para recitar con snorkel.

ffffffffff

ffffffffffA rappel por la mañana cuelgo esas nociones que no gustan:

ffffffffffalmaffffffffff grito ffffffffffclaxon fffffffffffrenesí

ffffffffffffffffffffffffffffffMística for Dummies For MILFs Für Jüden –

ffffffffff

Todas se arterian en un trote veloz, agitan los péndulos, ahuecan. Las moras

(fémina afrutando)

cocen elefantes en tus coces.

ffffffffff

ffffffffff¿Qué haces para afectarte? Horla el sol en el relincho de las calles,

como un escaldo tangente

a tu escaldar el mundo.

ffffffffff

El grito no, ahí donde ya escampa el claxon, opta por su fin; lo pide en su spicatto:

ffffffffff

denle un Alka-seltzer a la dicha.



Giovanni Stradano, Molino de agua, ca. 1580

sábado, septiembre 04, 2010

Cuatro poemas en Crítica (Puebla, No. 139, Ago-Sep 2010)


El cuarto poema, «Xerox», fue aquí publicado en una entrada anterior.



BORDE


ffffffffffffffffffffffffffffffffffffffffffTienes una vida para comentar
fffffffffffffffffffffffffffffffffffffffffffsobre el margen del Libro. Brilla
fffffffffffffffffffffffffffffffffffffffffffcon ardor la madurez cuando a
fffffffffffffffffffffffffffffffffffffffffffpudrir empieza. Inmadurez de la
fffffffffffffffffffffffffffffffffffffffffffacción: el panadero el artista el
fffffffffffffffffffffffffffffffffffffffffffvagabundo. Escribir en las
ffffffffffffffffffffffffffffffffffffffffffforillas, tropezar cuando se llega
fffffffffffffffffffffffffffffffffffffffffffal filo al mosto al providente
fffffffffffffffffffffffffffffffffffffffffffacorde de la abulia. Cuando se
fffffffffffffffffffffffffffffffffffffffffffespuma en las arenas del final.
fffffffffffffffffffffffffffffffffffffffffffTodo escribir es transcribir el
fffffffffffffffffffffffffffffffffffffffffffdeseo del contenido, que no es
fffffffffffffffffffffffffffffffffffffffffffnada. El Libro está vacío señores,
fffffffffffffffffffffffffffffffffffffffffffes silencio puro, su letra es
fffffffffffffffffffffffffffffffffffffffffffblanca y fenicia: la vida que
ffffffffffffffffffffffffffffffffffffffffffftambién es sorda, muda por el
fffffffffffffffffffffffffffffffffffffffffffdesliz de lo inefable o lo mismo.



Der Formschneider (El grabador), Jost Amman, 1568



BODEGÓN CON YERBA Y TICKET DE COMPRA


En la víscera del día rompe la luz.

No toca los objetos, los ciñe a un andamiaje de tiniebla y ácido.

Arde la casa en los ancestros del polvo;
el óxido, la tarde peregrina sobre las horas de un halcón.

Algo inunda la víscera:

Cae la luz tortuosa, gota a gota,
sobre el cráneo la tarde;
del cuerpo
es la navaja,
filo en lo alcalino,
tigre caminando sobre la lista de olvidos:

el único nutriente es el cadáver de un fauno,
la yerba es sólo un plus en esta imagen.

Perdido en el estante de las horas,
como llama bisiesta, el recuento de tus días,
el eco de un galope.


Vanitasstillleben (Naturaleza muerta), Harmen Steenwijck, ca. 1640



LA HOSTIA QUE LO BORRA



El tigre ya no está, sordo canal de negra miel lo abate. Se abre el no existir dentro de sí, fragmento del monzón sin equilibrio. La nube su reflejo sostiene: máquina de aceite sin volver al camino, filón de precipicio. Lo carcome algo mayor: allá de sus pupilas, hecho mar en brama su canino, adentro a lo Jonás le escurre vida. Otro espectro, huella múltiple, despliegue del desastre. Caminan sobre él, bajo él, entre la luz arañada que ceñía su cuerpo, por el ácido coloquio de su celo. Alteran su muerte, lo desnudan de materia, el tigre ya no está y la hostia que lo borra es un dragón de hormigas. La gente en Bombay acelera los laudes, lame el hueco del estío y en la televisión naufraga. El tigre ya no está: su muerte eriza la espalda de los ríos, mientras lo llevan silencioso a la panza de la nada.


Der Heilige Hieronymus im Gehäus (San Jerónimo en su gabinete), Albrecht Dürer, 1514

lunes, agosto 02, 2010

Poema con grabado de Mantegna como pie.

YOGHURT
ggggggggggggggggggggggggggpara papá

i

Papá vino enojado al mundo. Con su ira
la savia, fresca o nominal, urdió una fina trompa
hasta mí. De enojo a cabos sueltos, odre y
selva madre, abrí de pico en pico
este falopio. La ira en alcancía de olvido: ponerle
el pecho a sus caballos tuertos.


ii

El pecho entonces el camino de la ira,
los humores en caldo, estambres finos que dios ya no sembró,
pues la leche y la del cielo firme leche son preguntas agotadas.De ubre en ubre se colecta el alimento: gólgota es un gorgoreo. Quién
hace combustión, interno en el hastío: si fuera el diablo, tan sólo
ddddddddddddddddddddddddddddddddddddddddd[un asco
de demonio mas no es nada, un hada se enamora de
mi bilis y de tí. No de voz. Threesome desvelado en el silencio,
ddddddddddddddddddddddddddd[furia es la manada del cuerpo,
maná de mundo, yogurth.


Andrea Mantegna, «Batalla de dioses marinos», ca. 1493

lunes, abril 12, 2010

Al carbón, ein Gedicht


Soenecken, Xerox, 1913



XEROX



Pues todo merma las ínsulas de lumen, breves naufragios entre el sentido y lo bisiesto. Nada es original en estos tiempos.
¿Sí en el origen la semilla? Cuando el basalto. Cuando la gula y el vacío.

Qué tormenta. Afuera la noche muestra sus agallas verticales. Branquias
son de otra anterior. La noche nos respira y en su vaho
intoxica al Nos.

En el veneno que retorna, tímpano que brilla no recuerda.

La copiadora entrega muestras de sal (herrumbre ahí, tejados), las reparte. Xerox es el vértigo de un dios que sueña en clones. Soy una arista de otro Soy que al guano apunta.

Letras se colapsan sobre letras, laja sobre piedra pómex, se imitan: forma espejos. La piel no se repite cuando encalla.

Si nada original en estos tiempos, un Yo saca la mano para decir agua va. En la húmeda y siniestra, por reptante, simple cauda, cae la marea de atomizar semejantes.

Del manglar a los desiertos repta un Ya de sílex. Quien afirma sabe del engaño. Quien afirma siempre niega la germinación del otro.

Macerando el jugo por la yugular, este cáliz.

para Maurizio Medo