jueves, febrero 28, 2013

Mántica y Manía

Un ensayo en el blog Transtierros"Maurizio Medo: La manía de la forma, la forma de la manía". Visiten el sitio, es un gabinete de reflexiones sobre poesía latinoamericana.




jueves, febrero 07, 2013

RETAZOS DE UN TEXTO QUE PASÓ POR CUCHILLAS

Sobre el reciente libro de Ángel Ortuño, un texto que aparece también en Periódico de poesía.



RETAZOS DE UN TEXTO QUE PASÓ POR CUCHILLAS
Ortuño, Ángel, Perlesía, Bonobos, México, 2012

No hay gritos en la oscuridad, los ojos no distinguen lo que hay derredor. Alguien te dijo que era la Arcadia y como tal, esperabas a Salicio y Nemoroso, esperabas el flautín, nunca mejor dicho, del pastor: encontraste, sin embargo, los solfeos eléctricos de Leatherface y su instrumento. No eras tú al que cortaban, eran los dulces cuerpos de las ninfas y los moluscos trascendentes. No eras tú al que cortaban. Una muñeca caminaba, aserrada por mitad, en distintas direcciones. Tú, sin embargo, estás en la lista de manjares de la motosierra.
*
Pocos libros cambiaron mi percepción de lo que acontecía en la poesía mexicana reciente como lo hizo Boa (Mantis Editores, 2009) de Ángel Ortuño. Me sorprendió su rareza, la inteligencia que desmembraba el sentido de los versos y, con el afán propio del taxidermista, combinaba exquisitez y energía para ornamentar un cuerpo muerto, el del poema, y convertirlo en un objeto teratológico, enrarecido en formol pero dispuesto a regresar a la vida. Un muerto que camina mientras silba sus silvas: poema como máscara de pieles, que aterroriza y oculta. Al hacerlo, configura nuevas posibilidades de emoción, de inteligencia poética, es decir, su propia gramática: una contragramática del horror.
*
Perlesía es el volumen más reciente de Ortuño y una afirmación contundente de su estilo. Ya su título lo indica: se alude con perlesía a una condición de parálisis, de privación de movimiento, que puede ser físico pero también retórico. El epígrafe de Cube Bonifant lo hace evidente: en lugar de expresar “Combatiendo la langosta con todo éxito se está”, frase periodística, suena y se afirma mejor “Langosta éxito con todo combatiendo se está”. Ahí encontramos la zona de acción de este libro. La deformación es seducción. Ahí quiere incidir y configurar un registro auténtico de expresión poética, una expresión mutilada y cercana a la afasia, una atmósfera de elementos extraños que transforma lo representado. Cámara de gases y cámara de letras, registro que violenta las convenciones sobre lo que “debe” ser un poema: No hay en Perlesía un objeto verbal que diga cosas claras y hermosas, cómodas para el lector; tampoco objetos que nos comuniquen con los dioses, o con la forma en que se han difrazado en la poesía del siglo XX: es decir, en el lenguaje de la paradoja y la sabiduría revelada. Por el contrario, el poema se nutre de significantes e imaginarios variopintos y apenas muestra su significado, pero se permite descansar en una sonoridad bien matizada y ejecutada, apoyada sobre todo en el verso de siete sílabas.
*
Lector sagaz de la tradición de la poesía en español, Ángel Ortuño busca también una música que funcione como contrapunto a los ritmos clásicos. Distante del octosílabo, apuesta por una mezcla que danza torva entre heptasílabos y endecasílabos. En Perlesía los versos se fracturan y encabalgan, con ello lucen y afirman su condición deforme. Sobre tal base sonora mezcla referencias cinematográficas de la época muda al terror más reciente, con diversos elementos de cultura popular y erudita: Orlac, el músico maldito de la película de Murnau, o bien Pasifae, madre del Minotauro, mojados en compuestos químicos como el azul de metileno, que sirve para tratar enfermedades, pero también para indicar las heridas o el punto donde debe realizarse un corte de cizalla. Una paloma envenenada se vuelve un submarino alemán y luego es una chica con un látigo. La matanza de albinos en África por la superstición de que brindan buena suerte para encontrar minas de carbón y diamante. Arenas movedizas que tragan realidad: ¿hay algo que se escapa?:

LOS ALBINOS TRAEN SUERTE

En las minas de diamante o cuando ocurre
una herida profunda.
Para beber su sangre porque hay que cuidar
la salud (un tesoro
confiado a ese fantasma
detrás del que ahora corren
mientras siga con vida para secar
sus ojos
que son el verdadero origen del polvo de unicornio).
Si van a presentarse
altos ejecutivos
y no todo está en orden. Incluso no te quieren
y se ponen zapatos de tacón
para pisar tus manos mientras fuman:
femeninos
superlativos
plurales y hablantes de lenguas americanas en extinción.

En Burundi
Tanzania
o Kenia pocos pueden comprarlos.
Pero bastan.

*
Dos autores mexicanos afinan las cuerdas eléctricas de esta escritura: Manuel Maples Arce y Gerardo Deniz. Del primero, Ángel nutre su voluntad alotrópica e iconoclasta y la violencia alegre de asimilar la vanguardia en un país donde, todavía en nuestros días causa escozor a reaccionarios e ingenuos. Del segundo, de Deniz, la poesía de Ortuño comparte la experiencia de la insularidad, el escepticismo y la ironía de los imaginarios ricos y distintos; la idea del poema como una unidad de contingencia, más que como un núcleo de revelación y de presencia. He pensado en los poemas de Ortuño cual si fueran cajitas musicales que, en lugar de tocar La vie en rose, musicalizan notas de Slayer y en cualquier momento, pueden explotar violentamente la experiencia del lector. La máscara de Leatherface no oculta tras sí algo trascendente, quizá esté vacía y lo único que persiga es un insondable temor: el miedo del hombre actual de afirmar que es cuerpo y sólo cuerpo y pensamiento. Ese miedo al azar que se cobijó filosófica y religiosamente durante tantos siglos. El cine de terror y Perlesía afirman ya algo distinto: el azar puede convertirnos en víctimas, sin deberla ni temerla, y podríamos disfrutarlo. Ya no es lo que cubre, es la máscara misma la que seduce, es ella la que se hace inmanente, la que nos muestra un aquí y ahora, fetiche de nuestros días que, aunque nos persiga en un trance horrorizado, no podemos dejar de percibir y gozar su carcajada.

*
Perlesía asume un itinerario intenso, honesto y logrado de ejecución poética: la de creer en el poema no como el partidario de una verdad hermosa, divina o metafísica; por el contario, es una apuesta por la ilusión y la saturación postbarroca del trampantojo. Poemas como resquicios de una ilusión, como una galería de monstruos que tienen por alimento los fermentos de nuestra época. Y quisiera pensar en ellos, también, como los personajes de Freaks, el magistral filme de Tod Browning. Poemas como seres raros —y en su deformación, intensamente humanos—, que persiguen bajo la tormenta —eléctrica y metálica—, a las asustadas y rancias convenciones de la poesía mexicana. Ningún otro poema dice mejor esto que uno de los que cierran este volumen:

TEXAS ES MÁS GRANDE QUE EL MUNDO

Cualquier
sentimiento puede expresarse con una flor
pero Leatherface*
prefiere su motosierra
luego de asegurar
brazos y piernas
con tiras de metal y poderosos
golpes de martillo
al resonante
letrero de la florería.

* No es de naturaleza sádica o maligna pero
obedece siempre a su familia:
la sierra
es la familia.
El médico
dice que no es nada.

*
Antes que ocurra algo que termine conmigo quiero compartir lo siguiente: Jean Baudrillard  afirma que todo pensamiento es anamorfosis, representación deformada de la realidad que sólo con un giro de perspectiva muestra su magia. Me atrevería a pensar que la alquimia de la anamorfosis habita en Perlesía, pero ya escucho que Leatherface corre tras de mí para cortarme en pedazos y partir sanguinario la palabra, para convertirla en el nombre de su amante y compañera: Ana Morfosis, o aún mejor, Ana Morfina.

lunes, febrero 04, 2013

Harri Nordell

Cuatro poemas de Harri Nordell.

*

No hay más años. Reflejos.
Tú ciego. Sediento el pájaro.
El alma, una mano llena de agua oscura.

*

Te dan a luz. Caes
de la matriz a la trampa.
Eres cebo sangriento.
Espera.

*

Nacimiento de la muerte.
Encendidas están las velas en el oscuro bosque de abetos.
Soy heredero.

*

Cuántas veces
debe incidir
hasta que el callar
sea silencioso,
música de la lluvia del cámbrico,

y todo llega a los sueños,
luz, abetos a la vez


tomados de Habla la luz con voz de corneja. Antología de poesía finlandesa actual (Conaculta, 2003). 

viernes, febrero 01, 2013

Murió también Patroclo

Murió también Patroclo, quien mejor que tú era con mucho.
Ilíada, XXI, 107

VII

Y estás aquí, vida, con tu traza
de mujer dolorida y poderosa;
con tus ojos que compadecen,
tu deleite fácil al principio.

Flotan tus pechos; abundando,
floreces en torno de tu ombligo;
central, te juntas; dividida,
hasta tus grandes pies desciendes.

No sé cómo te voy perdiendo,
pero echo de menos tus espejos,
tu lumbre solar, tus lunas plenas,
tu pesado olor de mar y establo.

Ya no me concibes cada día;
ya no te estoy embarazando.

Pero aquí estás, vida; aquí me mientes,
la ilusión de tus poderes, magnos
para tentación de la dientona.

XII

Miro, Pelona, sí, mis muros
vencidos de la edad, cayendo,
como la patria, agujerados.
Salirme al campo me prohíben
mis muletas sin acrobacia,
cojo mi bastón y menos fuerte.
Mas, con todo, no te miro en todo.


XV
¿Y hemos de llorar porque las cosas
están así sobre la tierra?
Hay una mujer, quedan amigos
y el desprecio, Flaca, a lo que dueles.
No sé si habré de morir todo;
no todo he muerto, mientras vivo,
me vienes guanga, compañera.


Ruben Bonifaz Nuño

De Calacas, El Colegio Nacional, 2003.

lunes, octubre 29, 2012

Latinale 2012



Vuelve el cocodrilo viajero de Latinale: en 2012 llega a su séptima edición, visita Osnabrück y hace fiesta en Berlín: aquí pueden checarse los autores latinoamericanos que en participan este noviembre...

y acá el programa:


Latinale 2012 - Séptimo Festival de Poesía Rodante en Alemania
Programa:
En Osnabrück
Martes, 6 de noviembre, 19.00 h / Entrada gratuita
Latinale invitada en Osnabrück: Sonidos poéticos de México y del Caribe conDaniel Bencomo y Nicole Delgado
En colaboración con la Universidad de Osnabrück/Romanística
Moderación: Rike Bolte y Susanne Schlünder
Lectura y charla [esp./ale.]
Literaturbüro Westniedersachsen, Am Ledenhof 3-5, 49074 Osnabrück
Organización del evento en Osnabrück: Literaturbüro Westniedersachsen
Tel. 0541/28 69 2 I Fax. 0541/323-4333 I litos-info@gmx.de I www.literaturbueros.de
En Berlín
Miércoles, 7 de noviembre, 19:30 / Entrada 5/3 Euro
Presentación de la revista “alba – leyendo latinoamérica” con Marina Mariasch
Marina Mariasch lee de su novela “El matrimonio (2011)
Charla y lectura [esp./al.]
Moderation: equipo de redacción “alba”
Lettrétage
, Methfesselstraße 23-25, 10965 Berlin
Jueves, 8 de noviembre, 19.00 h / Entrada gratuita
La llegada del poema – objetos que inspiran con Cristian ForteMarina
MariaschOmar Pimienta, Elsye Suquilanda y Enrique Winter
Moderación: Julika Schmitz
Charla ylectura [esp.]. A continuación tendrá lugar una recepción
Ibero-Amerikanisches Institut, Potsdamer Str. 37, 10785 Berlín
Viernes, 9 de noviembre, 20.00 h / Entrada 5/3 Euro
Pura vida. Larga noche de la poesía latinoamericana con Daniel
BencomoNicole DelgadoMarilia Garcia, Marina Mariasch, Omar
Pimienta, Elsye Suquilanda y Enrique Winter
Special guest: Leiseylento
Moderación: Léonce Lupette
Lectura [esp., port., ale.]
Instituto Cervantes, Rosenstr. 18-19, 10178 Berlín
Sábado, 10 de noviembre
13.00 – 17.00 h / Participación gratuita
Taller de traducción para alumnos, estudiantes e interesados
con los poetas de Latinale
Inscripción hasta el 3 de noviembre: rike.bolte@latinale.de
Lateinamerika-Institut, Rüdesheimer Str. 54-56, 14197 Berlin
Sábado, 10 de noviembre, 18.00 h / Entrada gratuita
Salchicha en verso. El taller presenta sus resultados en público. Se completa el evento con una barbacoa.
Eis36, Adalbertstr. 96, 10999 Berlin
Sábado, 10 de noviembre, 20.00 h / Entrada 3 Euro
Escenario abierto en el St. GEORG! Micrófono abierto y música en vivo con los invitados de Latinale y todos los poetas interesados de esta ciudad
Moderation: Carlos Capella
A continuación FIESTA con los KOTTIPIRATEN
St. GEORG, Ritterstraße 26 (Aqua-Butzke Höfe), 10969 Berlin

***



domingo, octubre 28, 2012

B. S.


Un poema en el número 68 (Otoño 2012) de Luvina


TAXONOMÍA DE LOS FELICES


Algunas notas por borrar:

un avión cruza flaco el esternón de las nubes

todos sus viajantes corazón de topo
mirada de topo
al interior de chic madrigueras

dime viejo Spinoza
dame una nota célebre para incendiar este lobby

felices los felices dijo el ciego porteño
te recordaba tallando tus cristales de infinito

aquí brotas como risa intensa y una sed de no individuo

dime, Spinoza, ¿sienten los caballos el deseo del trote?
el potro es nota franca
requerida
para la espuela de plata que agita en el cerebro

que brilla en el cerebro
como el aguarrás en la fosa

hoy contempla es el ocaso es el verano
el avión desciende es una pira reflejante del deseo
todos los apuntes
bajan hoy el adoquín de una alegría
se borran
y desmontan la caligrafía de los cuerpos cosas
velocidades moléculas

beatitud es una araña que apresó la realidad en su tela
un infinito conectado
entre las vísceras con electrodos

los motores del cuerpo son los motores de la Necesidad
góndolas del deseo o bien de
nuestra atmósfera tejida:
hay
una tribu tupí comiéndose el instante
hay
un mono araña
saltando de tu corazón
en este instante

hay un ojo que colma el líquido espacio
de tus cristales
miro tu ojo mirar mi corazón en este cuatro cilindros

corre la autopista el lago el tiempo sólo son
fragmentos de un oleaje
no vendrán
los surfistas ellos van de frente al bar de la resaca

este día es una nota una simple nota
leída por un seco inmigrante
en los bares de La Haya

tú pensarás con la viola de gamba un fondo de morfina
el cuatro cilindros es una niebla del trote
vinil y hierro
japoneses
llevando una sonrisa en tempo butoh

dime, Spinoza, ¿sientes el instante que ya roe?
es un potro de tortura que al correr es puro viento
es un lago total con muecas en su oleaje
es un ojo
infectado con bacterias
hasta ser sólo mirada y mira, galletitas de la suerte,

comamos una de ellas:

«dichoso el que ha dejado a su individuo
en la taxonomía de los felices

para esconderse bajo el cielo»



Spinoza Car, de Thomas Hirschhorn

Ta-ra-rán Ta-ra-rán


POEMAS CON FONDO MUSICAL DE ESPN

para Claudia


Palabras cuyo fondo sea el resumen deportivo. Una palabra que rebote por acá por las tragedias. Una palabra que no sea un palabra, sino que, ya entrando en laberinto, y pensando, ¿cómo es que ocurrió esta cosa? no sepa distinguirse. Podría ser el veneno en el veneno. Esta anotación es una prueba apenas de color pero ¿recuerdas, una vez más, el eco del resumen deportivo? ¿Es la palabra el clon del resumen deportivo, o, la palabra, si acaso, es el esqueleto de algún mar que agoniza? Sí aparece (me refiero a ella), como lo hacen los héroes, unos que se tiñen de un ya color muy viejo, un fino tajo (no me traduzcas, mirlo): ¿un disparo? No, un taladro.

*
Hablo mal del lirismo y no me fío de su ritmo interior: el caer de una pipa, el romper de una vena, mil persianas que abre el hash en un ventilador. En últimos tiempos me dió por hablar del corazón, era una pila caduca y yo ajustaba las tuercas de la médula. Seguimos siendo, Jaquet-Droz, unos autómatas: autómatas del hecho, pero también del lirismo. Mis ojos exudan, no se trata de sahumerios. Y míralo, aquí está, aparece, el tambor que esta noche me sirve de mesa, que es de Claudia pero que también guarda otro ecos, que motivó este poema antes que el poema decidiera destruirse, auto destruirse, al hablar mal del lirismo.

*
Será que la escritura comienza a parecerse a un paisaje de la infancia, al que menos recuerdas, apenas un olor perdido entre los diarios deportivos. Cada espacio es un no-espacio en aquel lugar. Allá pudiste ser ahorcado, pero olvidas que el Mal tiene finos modos de encarnarse, como el azar o el amor, como la Mayúscula, por ejemplo, con que da por nombrarle. El paisaje sigue ahí, has seguido la línea del olor. Apenas aparece, allá hace calor, se hacen frutos por doquier y la gente sufre lo que quiere sufrir. Podrías tomar un fruto con la mano y disfrutarlo, pero en cambio ríen y entonces la vida es un caracol de piel morena, y la piel morena es esa tierra, recuerdas, ¿esa tierra?






En Revista Alternativas 28, sep. 12, León.


jueves, octubre 25, 2012

Por la ruta al despistado: Pizarnik - Tuñón ∞ km



Yo canto. 
No es invocación. 
Sólo nombres que regresan.


Alejandra Pizarnik (Árbol de Diana)


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Una raya de luz Alguien que piensa en algún sitio

Raúl González Tuñón. 

viernes, octubre 19, 2012

Aulicino

Dos poemas de Jorge Aulicino (1949, Buenos Aires). El primero de ellos, «Rosebud» pertenece al libro Paisaje con autor y es para Fabián Casas, como afirma en su excelente ensayo «Permanencia bajo el arce», el poema al que más ha vuelto en su vida lectora. El segundo es el poema «Árboles» que cierra el volumen Almas en movimiento. La obra de Jorge Aulicino se puede consultar en su blog Estación Finlandia y puede seguirse una selección-itinerario de su lectura de poesía en Otra iglesia es imposible. 

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Rosebud

Es decir estuvo lo suficientemente solo bajo la rama de un arce. 
Levantó los ojos, los bajó, con infinita insistencia. 
Se privó de todo. 
Y cuando levantaba la vista veía: el arce 
-una palabra-; humo, una nube amarilla. 
Y cuando bajaba la vista veía una mata de pasto aplastada 
donde habitaban unas moscas grises. 
El hecho finalizó hacia la primavera de 1956. 
Cuando presentó su experiencia a los mayores, 
ellos entendieron que el chico volvía de la guerra de guerrillas, 
porque en realidad no dijo una palabra. 
"Este chico hablará el día del Juicio", dijo la abuela, 
pero se equivocaba. 
Aquella permanencia bajo el arce -una palabra- 
había sumido al chico en esta reflexión: 
"Tengo la potestad de irme de las palabras, 
lo que significa lisa y llanamente irme. 
Y, de permanecer bajo el arce -una palabra- 
no puedo decir nada, puesto que soy un chico bajo el arce". 
No había que entender que aquello significara nada. 
Excepto que el chico estaba bajo el arce, definitivamente 
perdido para los significantes, 
en una eternidad que carecía de sentido.


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Árboles
El tallo que detiene el ojo
crece un centímetro por día
en la ansiedad del día.
A un centímetro por día el tallo crecerá
3,65 metros anuales.
Pero el ojo engaña:
El árbol joven del jardín
No crecerá hasta esa altura en un año.
Hoy, solamente ahora, crece
un centímetro diario.

No durmió bien el observador.
El jardín, en un barrio
que hace cien años fue rico
tiene plantas frondosas, oscuras, frescas.
El árbol joven, ensimismado entre ellas,
insolente y frágil,
no promete una copa frondosa
ni pájaros ni el suavísimo sonido a sedas
de las hojas de los otros árboles
pero crece, hoy, 3,65 metros anuales.

El momento es absoluto
para los árboles mayores,
lentos o eternos
con velocidad de acuario,
y para el tallo nuevo,
ágil y voraz.
Tallo que no entiende, como los árboles mayores,
que su objeto es limitar el infinito,
no conquistarlo;
este tallo joven quisiera, en su velocidad,
abarcar con su copa, ramificada millones de veces,
el espacio completo,
hasta anular todo dibujo del espacio
entre sus futuras ramas y sus futuras hojas.
Lo comprende bien el hombre que no durmió esta noche.
Su espíritu es
los árboles:
los viejos
y el nuevo.

martes, octubre 16, 2012

Es una pulsión...

«Al fin y al cabo, la oposición de muchos escritores mexicanos al arte contemporáneo es cosa vieja: se inscribe en nuestra larga, tediosa querella contra las vanguardias literarias. Repudiar este arte es sólo un episodio más en una tradición que incluye, entre otras linduras reaccionarias, la exclusión del estridentismo, la manía costumbrista, el desinterés por los medios alternativos, la inamovible fe en los géneros literarios, la corrección estilística. ¿Cuántas veces no se lee en revistas y suplementos mexicnos que la experimentación formal es un hábito anacrónico? ¿Cuántas veces se repite que lo practicado por un artista innovador ya fue hecho antes y que por lo mismo carece de validez? Sépase de una vez que la pulsión experimental no caduca —es una pulsión, no una costumbre—y que es posible repetir, recrear, radicalizar las vanguardias. Como ha escrito Hal Foster, no hay mejor manera de desconectarse de ciertas inercias que reconectándose con las prácticas de las vanguardias históricas».

Rafael Lemus en «¿Quién le teme al arte contemporáneo?», Revista Luvina, num. 63, verano 2011.