domingo, mayo 03, 2015

Nico Bleutge. Dos poemas.

Dos poemas de Nico Bleutge (München, 1972), que aparecieron en la edición Invierno 2011 de la revista Luvina (Universidad de Guadalajara). Versiones de Daniel Bencomo. 



súbito encendida

era de nieve la charla, su nieve
dura que en líneas se partía, dejaba
tras de sí las grietas del terreno, ella dijo nieve,
la voz, de súbito encendida. la imagen
colapsó, volvió
a fulgurar. las cosas, los tonos
lucían semejantes, y casi el mundo
aguijoneaba, ella me parecía teriblemente
clarase acercó sin palabras. su piquete
calaba hasta los huesos, piquete
que arrancaba de su nuca, de su campo
de gravedad: el sentarse
mudo en el sofá, el respaldo y los surcos
en la piel. o la media-
mañana, los domingos, la luz
caía de la ventana en dirección del helecho,
la pantalla parpadeaba cuando la mano,
aún caliente, atravesó. era un soplo,
cercano, no pronunciado, la escucha
se entretejiá muy profundo. casi
parecía ser nieve, permanecía

tras sacudirse la nariz, olor a polvo.


aufgeblitzt

es war von schnee die rede, seiner härte
schnee, der sich in spalten frißt und risse
im gelände hinterläßt, sie sagte schnee
die stimme, aufgeblitzt. das bild
sackte in sich zusammen, flackerte
noch einmal auf. die dinge, töne
schienen ähnlich, und die welt fast
angestochen, sie war mir ungeheuer
deutlich, kam mir sprachlos nah. bis
auf die knochen reichte dieser stich
der aus dem hinterkopf stammte, seinem
schwerefeld: das stumme sitzen
auf der couch, die lehne und
die rillen in der haut. oder die nach-
mittage, sonntags, licht
fällt vom fenster richtung farn
der bildschirm knistert, wenn die hand,
noch warm, darüber fährt. es war ein wehen,
nahe, ungesprochen, das lauschen
wob sich tiefer ein. fast
schien es schnee zu sein, der blieb
ein ziehen in der nase, staubgeruch


*



no color

pensar en las manos, pensar en la red
mientras la hermana, sin haberlo pedido,
se mete al cuarto contiguo. la calma, la extraña
respiración por los muros, el té del domingo
que se enfría sobre la mesa,
se enturbia. así yace ella, los ojos
abiertos, y cada palabra la rodeaba
sin tocarla. no hablar, ir
hacia el tapete. qué es lo que ahí muda de piel,
se vuelve estratos que se apilan entre sí.
eso cruje a lo largo de la médula,
se acuña una vez más en los huesos.
días bajo las plantas, vasos,
los escarceos en su cabello. colocar
las luces en los muros, fragancia de pinol.
no hablar, sólo cuando el huésped pregunta,
apenas cuando la mano, mano ajena,
se sacudo. y no olvidar la postura
de la lengua. no los ruidos.
¿era un silbido tras la puerta?
¿era un jadeo, vapor de agua? nada
quiere ser resuelto, ser silueta, lo que se mueve
todavía luce muy duro. mudos,
inaccesibles, sus labios de niña, se ve
la red que teje su cabello, sus ojos exhaustos.
no toma color, el rostro.


nicht farbe

an hände denken, an das netz,
derweil die schwester, unbesprochen,
ins nebenzimmer geht. die stille, fremder
atem durch die wand, der sonntagstee,
der auf dem tisch schon auskühlt,
trübe wird. so liegt sie da, die augen
offen, und jedes wort zieht unberührt
an ihr vorbei. nicht sprechen, nicht
an die tapete gehen. was sich da häutet,
schichtet, nah sich aufeinander schiebt.
das kriecht die wirbel noch entlang,
drückt nach in den knochen.
die tage unter pflanzen, vasen,
das wellige an ihrem haar. die lichten
stellen an den wänden, der lysolgeruch.
nicht sprechen, erst wenn der besucher fragt,
erst wenn die hand, die fremde hand,
geschüttelt ist. und nicht den zungenstand
vergessen. nicht die geräusche.
war da ein zischen hinter der tür?
war da ein keuchen, wasserdampf? nichts
will sich lösen, zeichen sein, was sich bewegt
scheint doch zu verharren. stumm,
unnahbar, ihre kinderlippen, man sieht
das haarnetz, ihre müden augen.
es nimmt nicht farbe an, das gesicht




No hay comentarios.: