miércoles, febrero 12, 2014

Bobrowski en Friedrichshagen

Aquí los cuatro poemas de Johannes Bobrowski* que aparecen en La Colmena. La nota y las versiones son mías.



En el torrente


Cauce abajo con las balsas
en el gris luminoso de la extraña
ribera, en un
brillo que desanda, en el gris
de superficies oblicuas, la luz
nos tirotea desde el espejo.

Reposa la cabeza del Bautista
sobre la sien derruida,
en el pelo recortado
una mano clavada con azules,
rotas uñas.

Cuando te amaba, tu corazón
intranquilo, las viandas en el fuego
latente, la boca se abría,
abierto, el torrente
era una lluvia y volaba
con las garzas, las hojas en picada
y colmaban su lecho.

Nos postramos sobre peces
ateridos; vestido con escamas
cruzó el canto del grillo
por la arena, desde el humus
de la ribera, habíamos llegado
para caer en el sueño; Nadie
cerca el refugio, Nadie
apaga el espejo, Nadie
nos despierta
a nuestro tiempo.


Im Strom


Mit dem Flößen hinab
im helleren Grau des Fremden
Ufers, einem
Glanz, der zurücktritt, dem Grau
schräger Flächen, aus Spiegeln
beschoß uns das Licht.

Es lag des Täufers Haupt
auf der zerrissenen Schläfe,
in das verschnittene Haar
eine Hand mit bläulichen, losen
Nägeln gekrallt.

Als ich dich liebte, unruhig
dein Herz, die Speise auf schlagendem
Feuer, der Mund, der sich öffnete,
offen, der Strom
war ein Regen und flog
mit den Reihern, Blätter
fielen und fühlten sein Bett.

Wir beugten uns über estarrte
Fische, mit Schuppen bekleidet
trat der Grille Gesang
über den Sand, aus den Lauben
des Ufers, wir waren gekommen
einzuschlafen, Niemand
umschritt das Lager, Niemand
löschte die Spiegel, Niemand
wird uns wecken
zu unserer Zeit.

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El pájaro, blanco


El pájaro, blanco,
llevado sobre su muerte
por un espasmo del aire,
con pálidas plumas
permanece velado
sobre una colina, un
abedul, sobre su propia
sombra. La sombra
sube del agua
y cubre la arena.

Viene
una iglesia con féretros
bajo el alero,
con piedras blancas y granas
junto a los pies. Conversan
las voces en la espesura,
los labios de humo

de plumas,
de alas blancas,
de un pájaro sin ojos.

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Der Vogel, weiß


Der Vogel, weiß,
den eine Regung der Luft
hinaustrug über seinen Tod,
der mit fahlen Federn
steht unbeglänzt
über dem Hugel, einer
Birke, über dem eigenen
Schatten. Der Schatten ging
vom Wasser hinauf
auf den Sand.

Es kommt
eine Kirche mit Särgen
unter dem Dach,
mit roten und weißen Steinen
an den Füßen. Es reden
im Laub der Stimmen,
die Münder aus Rauch

von Federn,
von weißen Flügeln,
von einem Vogel Augenlos.




Tomada de aquí

Idioma


El árbol
más grande que la noche
con el aliento de los lagos del valle
con el murmullo sobre
la calma

La piedra
bajo el pie
las venas radiantes
hace ya mucho en el polvo
para siempre

idioma
hecho polvo
con la boca extenuada
sobre el camino infinito
hacia el hogar del vecino


Sprache


Der Baum
grösser als die Nacht
mit dem Atem der Talseen
mit dem Geflüster über
der Stille

Die Steine
unter dem Fuß
die leuchtenden Adern
lange im Staub
für ewig

Sprache
abgehetzt
mit dem müden Mund
auf dem endlosen Weg
zum Hause des Nachbarn

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El agua


Tú hablas todavía,
agua, tú hablas,
llegas al arbusto con pequeños
pasos bajo el viento;
él busca los ríos bajo
la oscuridad y la barca,
adentro viaja la luna, en el heno,
lo escuchas decir:
aquí están los sauces,
aquí es la casa del búho.

Pero la luna otea hacia el fuego junto al Sinaí.
Pero el agua escucha las heladas de la Escitia.
Pero las miríadas de pájaros se alzan sobre los bosques.
Pero la nieve ante el cielo erige su alero.


Das Wasser


Du sprichst noch,
Wasser, du sprichst,
du kamst im Gesträuch mit den kleinen
Schritten unter dem Wind;
er suchte die Flüsse hinter
der Finsternis und das Boot,
darin der Mond fährt, im Heu,
du hörtest ihn sagen:
Hier sind die Weiden,
hier ist das Eulenhaus.

Aber der Mond blickt hinaus auf die Feuer am Sinai.
Aber das Wasser hört die Fröste von Skythien her.
Aber die Vogelschwärme heben sich über die Wälder.
Aber der Schnee vor dem Himmel errichtet sein Dach.





Johannes Bobrowski (1917-1965) es una de las cimas de la poesía de posguerra en lengua alemana. Nació en Tilsit (en la actualidad Sovetsk Kaliningrad Oblast), población ubicada en territorio ruso, donde por siglos convivieron distintas culturas e idiomas: alemanes, lituanos, rusos, polacos y judíos. En su juventud vivió en Rastenberg, Polonia; más adelante junto a su familia fue a Königsberg y luego se trasladó a Berlín, donde estudiaría Artes y contrajo matrimonio. Participó como soldado de comunicaciones en la Segunda Guerra Mundial y tras su desenlace fue prisionero en Rusia, de 1945 a 1949, lapso en el que llegó a trabajar en las minas de carbón. Tras su retorno a Friedrichshagen, en Berlín Oriental, se convirtió en editor para Altberliner, editorial especializada en literatura infantil. En 1961 apareció su primer libro de poesía, Sarmatische Zeit (Tiempo sármatico); en 1962 el segundo volumen Schattenland Ströme (Torrentes de Tierra Sombría), que lo condujo a obtener el Premio del Grupo 47 y el reconocimiento; en 1964 apareció su novela El molino de Levin, la cual le granjeó el Premio Heinrich Mann de la Academia Alemana de las Artes en Berlín. Muere en 1965 víctima de complicaciones gastrointestinales. Tras su muerte su estudio biblioteca fue conservado por su familia, y hasta hace poco todavía podía ser visitado.

Los poemas que aquí presentamos pertenecen a la colección póstuma Wetterzeichen (Signos del ambiente), aparecida en 1968; permiten al lector acercarse al denso universo simbólico de la escritura de Bobrowski. En apariencia poesía del paisaje y la naturaleza, la forma en la que se presentan el bosque, la lluvia, los torrentes poderosos de los ríos y las miríadas de pájaros, absorbe todo el conflicto de la culpa alemana y de la destrucción de un espacio multicultural, para el cual Bobrowski imprime el vocablo de Sarmacia, nombre que dieron los romanos a la zona limitada por los ríos Danubio y Volga. De ahí el nombre de un ciclo de poemas que Bobrowski llamó “Diván sarmático”. Al plasmar el hermoso y doliente paisaje devastado cíclicamente por la Historia, y convertirlo en aspiración de mejores tiempos al nombrarlo Sarmacia, Bobrowski hace un llamado a la reconciliación y a la concordia tras la inefable masacre de mediados de siglo; pero también recupera las debacles de los pueblos lituano, prusiano, polaco y todas las injusticias que el poder se esmeró en espetarles. Su poesía tiende un fuertísimo vínculo con la de Peter Huchel, y asimila en su caudal las influencias de Herder, Hölderlin —los primeros poemas de Bobrowski se reunieron bajo el nombre de «Odas»— y Georg Trakl. Así lo evoca Tom Schulz en su poema “Bobrowski en Friedrichshagen”: “aquí era el Este un vuelo de aproximación /a las cenizas, acaecido provisto /perpetrado en olvido //quien puede escuchar, percibiría / el sendero hacia la máquina de renaceres /
y cómo cruje el molino de oraciones”.

Fuentes:
(1) Los poemas se tomaron de Bobrowski, Johannes, Wetterzeichen, 2ª. edición, Berlin Union Verlag, Berlín Oriental,1968. Existe una versión en español, titulada Indicios atmosféricos, trad. de Alfonsina Janés, Ediciones del Oriente y del Mediterráneo, Madrid, 2001.

Para la nota se consultaron:
(2) Posfacio de Eberhard Haufe en: Bobrowski, Johannes, Gedichte, Reclam Leipzig, Leipzig,1990.
(3) Fokke, Joel, «Bobrowski: Eigentlich ein Vertriebener» aparecido el semanario digital Die Zeit, en: http://www.zeit.de/kultur/literatur/2010-01/johannes-bobrowski, consultado: 30 de mayo de 2013.
(4) Sitio de la Johannes Bobrowski Gesellschaft, en: http://www.johannes-bobrowski-gesellschaft.de/jb/index.html, consultado: 30 de mayo de 2013.
(5) Schulz, Tom «Bobrowski in Friedrichshagen» en Innere Musik, Berlin Verlag, Berlin, 2012. La traducción es mía.

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